El placer de la lectura

En El placer de la lectura, la escritora y biblioterapeuta Ella Berthoud ensalza las excelencias y múltiples beneficios de la lectura y nos hace una serie de recomendaciones y reflexiones para disfrutarla al máximo.

Destaca el poder sanador y catártico de la lectura, y cómo con cada novela que leemos tenemos la oportunidad de “vivir” una vida diferente a la nuestra e incorporar esas vivencias a nuestro mundo interior y potenciar nuestra inteligencia emocional.

Y nos sugiere:

• Crearnos un rincón de lectura acogedor, que sintamos como nuestro, aislado en lo posible de ruidos e interrupciones y en el que nos encontremos cómodos para “perdernos” en los libros, para sumergirnos de pleno en sus historias y tramas.

• De vez en cuando, leer en lugares nuevos y/o divertidos. Por ejemplo: en el banco de un parque, en una biblioteca, en la terraza de un bar o en algún lugar que sintamos como un “refugio”.

• Convertir la literatura en un hábito diario, aprovechando momentos especialmente propicios como, por ejemplo, a primera hora de la mañana antes de comenzar la rutina diaria, de camino al trabajo –si viajamos en tren-, en la pausa para comer, de vuelta a casa o por la noche antes de dormir.

• Escoger libros que realmente nos agraden y no dejarnos condicionar ni por la publicidad ni por ningún tipo de prejuicio ni complejo. Dejarlos sin culpa si a las cincuenta páginas no nos han “enganchado” todavía. No sentirnos obligados a terminarlos si no nos apetece.

• Leer clásicos adaptados (abreviados) si no nos atrevemos con la obra original. Y, ¿quién sabe? Puede que a partir de aquí nos animemos a leer la obra entera. Y si no, siempre es mejor haber leído algo que nada.

• Releer libros de nuestra infancia y otros que, en cualquier época de nuestra vida, nos hayan encantado.

• Guardar nuestros libros favoritos en una estantería especial (o carpeta electrónica si son digitales)

• Compartir nuestras lecturas con otras personas: por ejemplo en clubs de lectura o comunidades de lectores como Babelio, Quelibroleo, Anobii, BiblioEteca, Tuquelees, Goodreads (está en inglés pero, como ya sabéis, se puede utilizar la aplicación del traductor de Google, je, je) o Lecturalia.

• Hacer una ficha de los libros leídos con el título y nombre del autor, fecha de lectura, sensaciones que nos ha provocado su lectura, reflexiones sobre los personajes, el argumento o la ambientación, puntos clave, pasajes destacados (que podemos copiar), cosas que hemos aprendido, imágenes que asociamos a la época o a la trama, etc.

• Reordenar/ reclasificar periódicamente nuestra biblioteca y desprendernos de libros que ya no nos sirvan.

Y ahora me dirijo a ti, lector/a: ¿Te gustaría compartir con nosotros tus experiencias de lectura?, ¿Tienes, por ejemplo, algún libro que te haya gustado mucho y nos quieras recomendar? Te animo a participar con tus comentarios al final de esta entrada en el apartado «responder».

Entrada del blog relacionada: Viajar con las palabras

 Bibliografía:

• Ella Berthoud: El placer de la lectura. Siruela. 2021

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